Un padre y un hijo palestinos separados por miles de kilómetros hacen una videollamada para cocinar juntos en esta producción del American Repertory Theater.
En el contexto del confinamiento por la pandemia de covid-19, esta es una de las piezas donde la videollamada es el mecanismo articulador de la dramaturgia, pues un padre que vive en Ramallah, Palestina, recibe la llamada de su hijo que vive en Nueva York. A pesar de que no tienen una buena relación, aceptan cocinar juntos mientras dura la videollamada a la que asistimos. La cocina de platos conocidos por ambos sirve de metáfora para abordar un pasado que les afecta, incluida la pérdida de la esposa y madre. El formato es una videollamada en directo entre los dos actores hablando a cámara, por lo que directamente no ofrece participación al público. No obstante, el naturalismo de la actuación a cámara busca una interpelación. Además, gracias a un acuerdo con el restaurante Andala Coffee House de Cambridge se ofrece la posibilidad de pedir un menú inspirado en el que cocinan los protagonistas, para comerlo mientras se ve la pieza y así favorecer cierta inmersión.