En pleno confinamiento por la pandemia de covid-19, el teatro de Gotinga propuso este recorrido basado en la novela Corpus delicti de 2009 sobre una dictadura basada en la salud. En él se visitaba en el propio coche una serie de paradas donde se producían encuentros con actores.
Siguiendo la estela de los proyectos previos 1984, basada en la obra de Orwell y Alicia, inspirada en la obra de Carroll, Antje Thoms creó este recorrido basado en la distopía Corpus delicti: Ein Prozess de Juli Zeh en el aparcamiento subterráneo del Deutsches Theatre, en pleno confinamiento por la pandemia de covid-19. Para evitar el contacto, los visitantes recorrían la pieza dentro de su propio vehículo y se detenían en cuatro ocasiones siguiendo la indicación de un guía enfundado en un traje protector. En cada estación encontraban a un actor, también aislado, a quien escuchaban gracias a la radio del coche. Se traza así una doble reflexión sobre la responsabilidad personal y colectiva, tanto desde el contenido de la obra como la relación del público con ella.